Con motivo de los festejos alrededor de la entrega del Doctorado Honoris Causa al cineasta español, Carlos Saura, el viernes 22 de septiembre se celebró una sesión extraordinaria de la Cátedra de Ingmar Bergman en cine y teatro de la UNAM, en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC).
En este evento se proyectó la película de La caza (1965), una de las más representativas del reconocido cineasta. En ella se hace alusión de la guerra civil que se suscitó como consecuencia de la dictadura instaurada en España por Francisco Franco.
Percepción que se aborda a través de la historia de un grupo de amigos que después de varios años de separación, organizan un reencuentro en el que se van se caza a una zona donde ocurrieron combates durante la Guerra Civil Española.
En este reencuentro suceden varios incidentes que terminan desencadenando en una serie de problemas que traen como consecuencia la desintegración de la amistad de estos hombres.
La película se caracteriza por la forma realista en que se presentan las imágenes de la cacería; esto se logra gracias al trabajo de fotografía de Luis Cuadrado, cuya lente logra captar los momentos específicos en que se asesinan a los conejos que los personajes de la historia intentaban cazar.
El recurso de matar animales al que se tuvo que acudir para realizar el film fue muy cuestionado, pero algunas personas lo justificaron por el hecho de que era un sacrificio necesario para lograr esta obra maestra cinematográfica.
También se destaca el trabajo realizado por el compositor de la música de la película, caracterizado por evocar un sentimiento bélico con el que se musicalizaban los momentos de mayor tensión en el filme, también para hacer referencia a la Guerra Civil Española.
Al terminar la proyección de la película el Coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, Sealtiel Alatriste, y el Director de Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, Armando Casas, entablaron una conversación con el director español acerca de su obra fílmica.
Primero se destacó la relación entre el cineasta y su hermano, el cual es pintor, y la manera en que esta influencia artística era reflejada en su obra. Saura aclaró que evidentemente algunas de sus películas tenían una influencia de la pintura de artistas, en su mayoría españoles, como Goya, Picasso y Velázquez, debido a su forma de expresar el sentir español de la época del franquismo.
Respeto a esto el cineasta aragonés manifestó su interés por realizar una obra fílmica alrededor de la pintura Guernica de Pablo Picasso. Además de otros proyectos entre los que destaca uno habituado en la India que tiene el propósito de establecer la relación que hay entre los gitanos españoles y los pueblos hindúes, pues comparten una misma lengua, el romaní.
Carlos Saura también compartió un poco acerca de su vida personal, mencionó que su incursión en el arte fue a través de la fotografía, actividad que realiza desde muy temprana edad, debido a la necesidad de fotografiar a una niña que le gustaba para posteriormente mandarle una foto con dedicatoria amorosa, mensaje que nunca fue respondido.
A partir de este momento comenzó su pasión por el arte de la fotografía, el cual se volvió tan arraigado que inclusive en esta ceremonia traía su cámara fotográfica, con el fin de nunca dejar escapar cualquier oportunidad que se pudiese presentar de utilizarla.
Finalmente la Directora de la Filmoteca de la UNAM intervino en la plática para hacer la entrega de la Medalla Filmoteca de la UNAM, cuya particularidad se encuentra en que está constituida de plata sustraída de los celuloides con los que antes eran hechas las películas, y que fue entregada por la contribución de Saura al cine mundial.
En todo momento el artista español manifestó su gusto por estar en México y su agradecimiento por todos los honores a los que se había hecho acreedor en su visita; expresó su interés de realizar una mayor cantidad de obras fílmicas para no dejar de contar aquellas historias que hablan acerca del mundo en que vivimos.
